InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
>

Crítica de Davicalpa


Davicalpa
31 March 2024
Cuando me hacen la pregunta acerca de si una obra es o no de terror siempre pienso en lo mismo. Lo que tienes entre manos te puede dar miedo, o no, pero plantéate por un momento estar dentro de la situación que te están narrando y deja que tus sentidos vivan esa experiencia. Esa sencilla premisa facilitará la comprensión de que el terror, la auténtica emoción que tanto buscamos en las historias, suele presentarse en pequeños detalles que podamos encontrar agazapados entre las líneas de un buen libro de género y no tanto en una sucesión de acontecimientos sobrenaturales con los que, en ciertos momentos, sonreímos entre destellos de la complicidad que nos aporta los lugares que ya conocemos.
Claro está que para que eso ocurra, la narrativa de una historia tiene que tener la contundencia apropiada como para que no puedas apartar los ojos de aquello que tienes entre manos. Beatriz Alcaná ya hizo gala de esas artes en su anterior trabajo, Echidna, donde primaba la forma sobre el fondo, mostrándose al cobijo de una historia de horror cósmico cuyo aroma se identificaba a lo lejos y que, en cierto modo, terminaba por deslucir su delicadeza narrativa empeñada en generar atmósferas y cotexto para que aquel viaje fuese toda una experiencia.
En Teseo en llamas la escritora ha perdido cualquier atisbo de protección ya que la curiosidad por poder leer su nuevo trabajo iluminaba el fondo del precipicio donde se encontraba. Tampoco ayudaban los elogios desmedidos de la contra cubierta, donde comparaban la narrativa de la autora a los grandes del género, desde Stoker a Wilde, pasando por la mismísima Shelley. Cualquier comparación con estos autores resulta injusta para una autora cuya principal virtud es la de esa cierta simpatía por un tipo de narración mucho más centrada en la contemplación que en los golpes de efecto. de ahí que dedique gran parte del tiempo de sus obras en presentarte a sus personajes, sus interacciones, a indagar sobre su pasado y a dejarte semillas en el camino que germinarán a su debido momento, dejando espacio al lector para que se estremezca conforme entienda la auténtica monstruosidad de los acontecimientos que se describen.
Eso hará que aquellos lectores que esperen encontrar una novela de terror convencional se aparten del camino a la búsqueda de otro tipo de emociones. El terror de Teseo en llamas es otro. Es aquel que estremece ante lo desconcertante de la propuesta, ante el asombro y la negación de lo que estás leyendo, ante la incredulidad de cruzar umbrales ante los que el ser humano debería alejarse. de ahí que la comparativa con los grandes maestros del género no sea del todo desacertada.
Cualquiera que haya leído a Stevenson, a Wilde o, como no, a Shelley verá entonces la semejanza a la que se refieren las alabanzas de una obra como esta. Nada hay más terrorífico que lo que esconde el alma humana. Y de eso podemos encontrar mucho en esta historia de cocción lenta en donde el terror surge desde lo más profundo de tu conciencia. Y no, no esperes componentes sobrenaturales que te estremezcan en el sofá ante la mera presencia de entes procedentes de quién sabe donde. No quieras encontrar en una obra como esta aquellos escalofríos que constituyen los muros de hielo que reflejan la cercanía de tu propia muerte. No esperes espectros, fantasmas o entidades cuya explicación quedará opacada por la oscuridad inherente a todo lo desconocido. Teseo en llamas ofrece el terror desde la esencia misma del desconcierto y la habilitación de lo inimaginable. Un miedo que siempre te atenaza y que, por mucho que pasen los años, seguirá ocupando el lugar que le merece. Porque el terror que todas y cada una de las generaciones han experimentado no difiere tanto como creemos. Que nos hayamos acostumbrado a sonidos estridentes y luces de artificio no nos exime de la terrible esencia de lo que esconde el alma humana. Teseo en llamas nos atrapa desde su engañosa simpleza. Y queda en el recuerdo, como debería hacerlo siempre una buena novela de terror.
Claro está que no todo son elogios, ni falta que hacen. Algunos personajes quedan desdibujados ante la grandiosidad del argumento, perdiéndose en una narración que fluctúa en varias direcciones. Los diferentes arcos narrativos consiguen distraer el camino en alguna que otra ocasión y es cierto que el clímax de la historia se acerca más a la contundencia de las emociones góticas que a las especulaciones horrendas que el lector pudiera haberse creado en su cabeza.
Pero no es menos cierto que la novela supone un deleite para el lector y una profunda admiración por la decisión de apostar por este tipo de literatura. Cualquier miedo al precipicio se diluye ante una obra que justifica todo tipo de elogios hacia la autora. Soportar el reflejo de los grandes del género haría arder páginas y páginas de cualquier libro que se precie, pero en Teseo en llamas tan solo ilumina el camino. Y, sin duda, esa es la dirección a la que me gusta mirar.
Comentar  Me gusta         00



Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro