La taberna de Silos

A quienes ocupan la posición de poder les bastan medias palabras, silencios oportunos o malentendidos calculados. El resto lo ponen la credulidad y la esperanza.

El relato que a nadie hacemos es el que nos cuenta mejor.

La primera víctima de cualquier guerra es la justicia.

Si hubiera podido hablar, le habría dicho que solo se ama con pasión aquello que puede perderse.

[...] confiaba en Lope como solo se puede confiar en los que se han inventado su propia identidad. Uno que fabrica una mentira siempre es más fiel a ella que otros a la verdad a la que tuvieron que resignarse.

Era, como yo, un héroe, alguien que solo está a un paso del villano.

Y también puedo cantar sin desafinar, con voz cristalina, pero solo en el interior de mi cabeza. En cuanto intervienen las cuerdas vocales, lo que se oye desde el exterior recuerda a lo que suele escucharse al encerrar a un gato en un saco.

No le dije que la quería. Nunca se lo había dicho. Si ella no lo sabía, entonces no sería cierto.