Un relato mágico y desagradable a partes iguales sobre la pérdida de la inocencia, la amistad, la envidia, la pobreza… Me ha encantado la importancia de la oralidad y la cotidianidad en esta novela, pero a la vez tampoco me ha fascinado tanto como me esperaba y se me ha quedado demasiado corto. Eso sí, una voz muy interesante la de Andrea Abreu, y seguro que estaré pendiente de lo próximo que escriba.
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