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En él nos cuenta la historia de Andrés, un tipo hipocondríaco, temeroso de todo y enclence, que está viendo como su vida se va al garete tras separarse (es su mujer la que le deja). Así que divorciado y con dos hijos intentará luchar por su vida y por recuperar su matrimonio. Una serie de acontecimientos, que comienzan con un accidente, le llevarán a convertirse en poco menos que un asesino en serie. El libro me ha decepcionado un poco porque no es lo que esperaba. Lo compre porque lo había visto por aquí como un libro con el que te desternillabas de risa, así que yo me imaginaba a un tipo corriente viviendo situaciones cotidianas que me harían gracia y no una historia de asesinatos. He de decir que la historia está contada con humor. En ningún momento es un triller ni nada parecido, de hecho al pobre Andrés todo le viene grande y sus actos se deben a unas consecuencias llevadas al absurdo. Sin embargo, ese humor no va conmigo, aunque sí que en momentos he sentido lo absurdo de la situación no ha llegado a sacarme ni una sola carcajada. Pero, como digo, creo que tiene que ver más con mis gustos personales, que con el libro en sí, que está bien narrado y es entretenido. |
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