Le pongo dos estrellitas porque me ha dado lo que buscaba, que era una lectura rápida y ligera con la que destensarme en lo que leo Los Pilares de la Tierra.
Pero si me pongo a pensar en si me gusta la trama o me ha convencido, pues le bajaría la nota muchísimo. Y es que la trama se sostiene más bien poco y a fuerza de casualidades.
Tenemos a Nat, una chica que viene de una familia muy rica, cuyos padres exigen que se case para que sea su marido quien se haga cargo de la empresa familiar (en pleno siglo XXI, estos planteamientos duelen), por lo que ella decide dejarlo todo y buscarse la vida.
La cosa es que tiene mucha suerte, consigue una compañera de piso maravillosa a la primera y que la enchufen como camarera.
Aquí aparece Jake, un ricachón estadounidense que quiere la nacionalidad, por lo que necesita casarse y se encuentra con esta camarera que pone a su compañero a caer de un guindo y decide que es buena idea proponerle el trato sin saber nada de ella.
Así que Nat, decide ceder a la idea de que necesita un marido, y hacerse con uno de pega para divorciarse después y ser ella la dueña de la empresa. Es decir, que accede a hacer eso de lo que ha huido con un completo desconocido.
Todos sabemos que en el momento en que el trato incluye "no enamorarse y no tener relaciones" en lo que dure el matrimonio falso, la cosa va a torcerse.
Y claro que se tuerce, porque Jake no es capaz de dejar que "su mujer" se acueste con otros a pesar de llevarla a un club de intercambio de parejas. Igual que hace cosas bonitas por ella para luego volver a un hermetismo que no explica en ningún momento.
Y así el libro da vueltas y vueltas alrededor de lo mismo pero sin llegar a una conclusión.
La sensación al terminar es que no es más que la introducción para la segunda parte que leeré porque lo tengo y para ver si al final los personajes evolucionan de una vez.
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