Sí, lo hice: 50

“Sí, lo hice”, de Victoria Bermejo, o cómo desmontar eso que dicen de que los thrillers son todos iguales.

Una lectura rápida, cómoda, generosa, una historia que atrapa por lo realista pero también por lo absurdo, hilarante, original y que ofrece al lector una oportunidad para salir de los lugares comunes, para leer algo que no sea “lo de siempre”.

Un libro que se bebe en tres tragos, que habla de libros, de lectores y escritores eliminando ese halo idílico que suelen tener los libros que tratan sobre literatura, y que encierra un misterio sorprendente y atípico, extraño pero a la vez plausible.

Un libro hecho para entretener, que no es poco, escrito de una forma aparentemente sencilla pero que esconde la maestría de parecer que se ha escrito “solo”, de corrido, y esto no lo digo en tono despectivo, sino todo lo contrario, pues tener la capacidad de escribir bien, de crear una historia con sentido, recursos, y buen gusto, y que parezca que lo que has hecho es fácil, para mí tiene mucho mérito, pues es evidente que no es algo que esté al alcance de cualquiera.

Salir de la zona de confort es genial, sobre todo si encuentras historias como esta, que te abren otras puertas y te descubren nuevos horizontes literarios.