Shadows

—Estaba pensando… —dijo Dawson con la voz áspera. —¿Qué…? —Tú. Yo. Juntos. En plan salir juntos, estar juntos. —Hubo una pausa, y a continuación se rio—. Vaya. Este ha sido probablemente el intento más cutre de la historia de pedirte que seas mi novia.

Jamás dejaré que te pase nada malo. Te lo prometo. Estás a salvo conmigo.

—¿Dawson?
«Haz algo», se ordenó él. Pero había perdido el control, y no era capaz de volver a recuperarlo. La luz emanaba de él, inundando cada centímetro de la habitación.
(…)
—¿Dawson? —susurró ella, con las manos bajo la barbilla—. ¿Eres tú?
«Sí», dijo. Pero ella no podía oírlo.