Sonia Cruz, la autora, en un registro que se aleja de su trilogía Candela, nos presenta una serie de relatos breves e híper breves que tienen como base y punto de unión la reflexión sobre qué es Ser Inteligente, o qué es la Inteligencia. En esta serie de pensamientos y reflexiones personales, la autora hace que el lector piense y recapacite sobre lo que para él es la Inteligencia. Y también sobre los diferentes tipos que conoce y/o existen. Así como la mejor manera de mostrarla o usarla. En concreto, podemos distinguir en esta obra relatos que hablan de la inteligencia, o ser inteligente, desde un punto de vista emocional. En ellos, y aunque eso va en gustos y estados de ánimo, seguramente se destaquen, o sean destacados por la mayoría de los lectores todas aquellas reflexiones y ocurrencias que dicen los niños, con su bendita inocencia y simplicidad de acciones, y también hacen para reconfortar a los demás. Unido a esto, y ya más destinados a los adultos, nos muestra la fina línea que separa la empatía del egoísmo. Aunque a éste último le vistamos de ayuda o intento de ayuda. Así como las lecciones que nos ofrecen diaria y gratuitamente nuestras personas mayores, debido a su larga experiencia acumulada de la vida, donde nos insisten en disfrutar con y en cualquier actividad que hagamos, incluido el trabajo, para conseguir lo más sencillo y complicado a la vez, ser feliz en la vida. Insistiendo en que eso es un rasgo de inteligencia, entendida desde cualquier punto de vista. Incluso encontramos una crítica a la manera en que hemos otorgado a determinadas palabras valores positivos o negativos, según representen mayor o menor inteligencia. Pero, en definitiva, la obra, a pesar de su escasa longitud (114 páginas), es todo un manifiesto a favor de hacer pensar y reflexionar de manera filosófica sobre el valor y la importancia que le damos a ser más o menos inteligentes, en el sentido más usual del término, que es el referido a la capacidad cognitiva de las personas, sin tener en cuenta otras acepciones del término. Y con unas ilustraciones que resumen de manera genial cada uno de los relatos. Ayudando a su comprensión. Bajo mi punto de vista es muy recomendable su lectura, tanto para adolescentes como para adultos, por su efecto benefactor para congraciarte con el mundo. + Leer más |