Amparo Rojas Mestre, en su segunda novela, nos vuelve a sorprender con una novela romántica que no tiene nada que ver con su anterior Recuérdala, pero ámame. En esta ocasión, a través de una comedia romántica, nos trae una historia donde nos recuerda lo complicado que es la vida y el amor cuando no se quiere aceptar o no se está preparado. En primer lugar, nos encontramos con dos personas que, aunque sienten un flechazo, han sufrido por amor en su vida y no están dispuestos a caer de nuevo en sus garras. Cómo podemos vislumbrar con la lectura de sus capítulos, y al igual que ocurre en la vida, cuando el amor llega a nuestras vidas a veces no somos conscientes de ello hasta que esa persona nos falta por algún motivo. En demasiadas ocasiones nos dedicamos a discutir y pelear con la persona que nos gusta, y/o amamos, porque no estamos dispuestos a complicarnos nuestra manera de vivir la vida en un determinado momento temporal. Sin embargo, si es preciso y está predestinado a ser nuestra pareja, el universo conspirará para que suceda. Aparte del tema amoroso, que como buena novela romántica sobrevuela toda la obra, tiene también un gran calado filosófico y/o psicológico puesto que tanto su protagonista femenina, como el masculino, mantienen una lucha mental con su inconsciente debido a situaciones problemáticas que pasaron en el pasado. Aunque cada uno lo escenifique a su manera, reflejándolo incluso en su manera de vestir o actuar. Aquí es donde resalta el trauma sufrido por los protagonistas, que si lo trasladamos a la vida real, podremos observarlo en muchas personas, por no decir en todas, a través de determinados tics, o como los califican los psicólogos Trastornos Obsesivos Compulsivos o TOC. Estos son los que consiguen que creamos que tenemos la situación controlada, por muy estresante que sea, pues nos ayudan a combatir la ansiedad que nos generen determinadas acciones. Además, como buena historia de amor, también tiene a una tercera persona que intenta beneficiarse de la vulnerabilidad de la parte en la que está interesado para conseguir aprovecharse de su debilidad. En la vida real, a veces puede ser un amigo o alguien que nos conoce en un momento de baja autoestima y nos anula hasta el punto de casi anular nuestra voluntad. Aunque siempre aparecerá algún amigo o familiar que nos saque de esa situación tan complicada y nos haga ver quien de verdad nos ama. Por todo ello, y a pesar de no ser un género que me llame especialmente la atención, la recomiendo a todo aquel lector que quiera vivir una bonita historia de amor con una buena dosis de contenido psicológico, ya que no es la típica novela romántica. + Leer más |