Continúo con una de las series manga apocalípticas más famosas, concretamente con el penúltimo número de la misma. El tercer tomo nos dejó con Seto y Nimura acorralados por un grupo de dementes en un edificio en ruinas al que habían prendido fuego previamente. Por suerte Nimura, que se había separado previamente de Seto, había encontrado una moto con la que fue al rescate de Seto justo a tiempo para que Iwada les viese desde el helicóptero y pudiera recogerles. Pero una nube negra y densa se aproxima y parece que va a cubrir toda la zona en cualquier momento… El helicóptero hace escala en casa de la señora que estaba cuidando de Teru, que ya se encuentra listo para continuar el viaje. Los cuatro juntos (la señora quiere quedarse a reconstruir el lugar, aunque claramente no va a haber posibilidad de futuro allí) ponen rumbo a Tokio, aunque todo a su paso sigue estando desolado. Todos conservan la esperanza de reencontrarse con sus familiares, así que, a pesar de todo, siguen con la idea de llegar hasta allí. de pronto, en el horizonte, vislumbran lo que parece ser fuego, quizás la erupción de un volcán, y un gran abismo donde supuestamente debía estar el monte Fuji. ¿Qué es lo que ha podido pasar? Antes de llegar a la ciudad deciden parar a buscar víveres en un gran almacén, donde se encuentran con un superviviente bastante tétrico que les dice que en la ciudad ya no queda nada, que vayan a otra parte. Para cerrar el tomo, el edificio amenaza con derrumbarse y Teru desaparece, pero el resto consiguen volver a subir al helicóptero. En el final del tomo nos encontramos con Teru solo, entrando a Tokio por su propio pie. En este tomo la tensión ha ido en aumento, y si bien el anterior me dejó algo indiferente, en este vuelve a retomarse ese terror psicológico de no saber qué es lo que ha podido pasar y con qué se van a encontrar de vuelta a casa. No creo que tarde mucho en leer el siguiente tomo, porque me he quedado en el mejor momento, jeje. + Leer más |