Antártida : Estación polar

Trepidante. Empiezo por el adjetivo que mejor define a esta novela de Matthew Reilly que nos lleva directamente a un paisaje helado, el de la Antártida, y al interior de una estación polar donde científicos estadounidenses y franceses descubren bajo su suelo algo realmente curioso.

Pero hay una revolución entre los ocupantes de la estación y una señal de socorro hará que el grupo de marines capitaneado por "Espantapájaros" Shane Schofield tenga que hacer frente a adversarios varios con lo puesto para tratar de salvar a quienes en la estación se hayan, lo que se encuentra a muchos metros debajo de ella y su propio pellejo.

Hay tiros, persecuciones, ganchos Maghook, orcas, focas ávidas de sangre, traidores por doquier y acción, mucha acción que no deja prácticamente respiro tras la tranquilidad de las primeras 40 o 50 páginas.

Matthew Reilly novela sus historias como si de películas se tratara y desde luego que mete al lector en ellas y le hace sufrir. Yo lo he hecho un poco con "Antártida: Estación polar" pero en el buen sentido, porque es imposible no vivir lo que el autor narra e imaginarte allí con Schofield y el resto de personajes sin encontrar una salida al asunto.

Muy disfrutable novela hecha para entretener a quien la tenga entre sus manos, que a pesar de sus descripciones científicas y de hazañas increíbles no resulta pesada en ningún momento.

Lo peor, eso sí, que la editorial decidió poner una letra muy pequeña en la edición de bolsillo y es un fallo flagrante para mi gusto, pero eso no tiene nada que ver con el buen hacer del señor Reilly. Es el segundo libro suyo que leo y, desde luego, quiero más.