Yukiko Motoya

—Dime Hakone, ¿ya no piensas casarte con Senta dentro de poco?
(...)
—Después de todo no puedes confiar en él, ¿no es cierto?
—Oh, no, no se trata de eso. Hmm... ¿Por qué será? Ni yo misma lo sé con certeza. Pero diría que ambos queremos conservar un poco más nuestra individualidad.

Al examinar las caras en su conjunto, una imagen se solapaba con la otra, como si se reflejara en un espejo.

El matrimonio es una cosa extraña. A pesar de que estábamos tan cerca, de que dormíamos en la misma cama ,no había tenido la menor idea de que él quería ser una peonía de la montaña .