Amores Al Margen de Yoko Ogawa
Con la servilleta en la mano, yo miraba la silla en que se había sentado. Había como un hueco de soledad en ella. Una cavidad que había absorbido del todo el recuerdo de quién se había sentado allí.
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Amores Al Margen de Yoko Ogawa
Con la servilleta en la mano, yo miraba la silla en que se había sentado. Había como un hueco de soledad en ella. Una cavidad que había absorbido del todo el recuerdo de quién se había sentado allí.
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