Hotel Iris de Yoko Ogawa
—Estamos rodeados de gente y sin embargo tengo la sensación de que estamos los dos solos en el mundo —le dije. —Siempre estamos completamente solos. No necesitamos a nadie más. |
Hotel Iris de Yoko Ogawa
—Estamos rodeados de gente y sin embargo tengo la sensación de que estamos los dos solos en el mundo —le dije. —Siempre estamos completamente solos. No necesitamos a nadie más. |
Hotel Iris de Yoko Ogawa
Yo misma no tenía claro el significado de ese “perdón, por favor”, pero se trataba, al menos, de un grito, de una expresión de mis angustia.
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La policía de la memoria de Yoko Ogawa
Jamás poseeremos por completo nuestra memoria, nunca seremos dueños de ella. La memoria siempre será capaz de liberarse de nuestro férreo puño, que intenta agarrarle y detenerla. Tampoco nos ofrecerá una prueba o evidencia de en qué consiste exactamente, qué guarda o qué forma tiene.
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El museo del silencio de Yoko Ogawa
Intenté imaginarme aquel lugar transformado en museo. Taquillas, vitrinas carteles de exposición, flechas que señalan el sentido de la visita, toda clase de objetos para sellar la memoria de los muertos…
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La residencia de estudiantes de Yoko Ogawa
Su manera de hablar no había cambiado en absoluto. Suspiré aliviada, pues sonaba exactamente como siempre: lo recordaba íntimamente ligado a aquella voz tan peculiar. Espiró con lentitud, como si estuviera respirando profundamente, y habló con voz ronca. Era una voz tan huidiza, que me preocupaba que aquel aliento tan profundo pudiera tragárselo en el momento menos pensado.
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Los Tiernos Lamentos de Yoko Ogawa
Tenía el corazón saturado de una calma singular. Por mucho que los pájaros siguieran gorjeando en el exterior, por mucho que intercambiáramos algunas palabras, aquella calma pesaba como si se levantara una bruma espesa que parecía absorber los sonidos de los instrumentos musicales que Nitta fabricaba.
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La fórmula preferida del profesor de Yoko Ogawa
“-El orden de los números, precisamente porque no sirve para la vida real, es hermoso.”
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La fórmula preferida del profesor de Yoko Ogawa
"Todos los problemas tienen un ritmo, ves. Es igual que la música. Si consigues encontrar el ritmo al enunciarlo, leyendo en voz alta, descubres la totalidad del problema e incluso puedes adivinar las partes sospechosas en las que puede haber una trampa escondida"
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La policía de la memoria de Yoko Ogawa
Me percato de que la letra impresa causa en mí un efecto diferente al que uno experimenta mediante la lengua oral. Ello tal vez se deba, entre otros motivos, a la levísima concavidad que permanece en el papel cada vez que una letra es estampada sobre él, o a la falta de nitidez de la tinta; quizás también a la simpática inclinación de la «j» y su rabito travieso, o al pronunciado ángulo de la «m», que le hace parecer mellada. Todos y cada uno de estos detalles, entre otros muchos, confieren a la grafía una calidez y un vigor que no encuentro en el habla; aunque, dicho sea de paso, ello no me impide pensar que tanto a la «j» como a la «m» debería exigírseles, tal vez, un poco más de compostura.
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La policía de la memoria de Yoko Ogawa
Qué más da, el tiempo lo dirá. Y el tiempo no obedece a órdenes mundanas, sino que sigue su curso heroicamente. |
La policía de la memoria de Yoko Ogawa
Si algún día las palabras desaparecieran, ¿qué sería de nosotros?
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La policía de la memoria de Yoko Ogawa
La conciencia es un fenómeno en medio de un océano de fenómenos que escapan a su control, de manera que no creo que podamos ejercer una completa supervisión de todo lo que pasa por nuestra mente.
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La policía de la memoria de Yoko Ogawa
Me situé en medio de la sala y permanecí de pie allí. Efectivamente, se había convertido en un vacío profundo cuyo abismo trataba de succionarme. |
La policía de la memoria de Yoko Ogawa
Te recomiendo cerrar los ojos y aguzar el oído, captar la sutil diferencia que vibra en el aire como una especie de señal. |
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La fórmula preferida del profesor de Yoko Ogawa
Él siempre trató a Root igual que a un número primo. De igual manera que los números primos son primordiales para formar todos los números naturales, él pensaba que los niños eran los átomos necesarios e imprescindibles para nosotros, los adultos. Creía que su propia existencia, aquí y ahora, se debía también a los niños.
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La fórmula preferida del profesor de Yoko Ogawa
- Tú eres >. La raíz cuadrada, es un signo realmente generoso que puede dar refugio dentro de sí a cualquier número sin decir nunca que no a ninguno
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La residencia de estudiantes de Yoko Ogawa
Mi primo, después de haber recibido las instrucciones habituales, firmó cuidadosamente el contrato, con letra inclinada. Era una fórmula sencilla: Prometo llevar en esta residencia una feliz vida de estudiante. Probé a susurrar la palabra feliz en lo hondo de mi corazón. Pensé: ¿Firmé yo acaso esta misma promesa...? |
¿De qué nacionalidad es Edgar Allan Poe?