Seré feliz mañana: Diarios de Xacobe Pato
A veces pienso que vivir es buscar el epitafio perfecto, o sea, encontrar una explicación.
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Seré feliz mañana: Diarios de Xacobe Pato
A veces pienso que vivir es buscar el epitafio perfecto, o sea, encontrar una explicación.
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Seré feliz mañana: Diarios de Xacobe Pato
Tal y como yo la veo, la cultura no es tanto una cuestión de acumulación -saber más, conocer más, leer más- como de relación -la capacidad de trazar líneas que pongan en conexión infinitos puntos-.
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Seré feliz mañana: Diarios de Xacobe Pato
La cultura no es un recipiente que hay que ir llenando con constancia testaruda, sino una constelación de saberes unidos por líneas invisibles que tenemos que aprender a ver.
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Seré feliz mañana: Diarios de Xacobe Pato
[...], no se me ocurre mejor forma de pasar un fin de semana que perdiendo el tiempo, o sea, viviendo.
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Seré feliz mañana: Diarios de Xacobe Pato
...vi a un señor que transportaba en su remolque una barca viaje en dirección Ourense, hacia el interior de Galicia, donde el mar se seca. Me pareció una imagen triste y delicada, como si alguien llevara una relación amorosa al desguace.
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Seré feliz mañana: Diarios de Xacobe Pato
Ricardo Piglia escribió que hay recuerdos que se borran como si estuvieran escritos con lágrimas. Quizás yo escribo estos diarios para solidificar esas lágrimas, para guardarlas luego en un lugar seguro, pero se ve que ni así.
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Seré feliz mañana: Diarios de Xacobe Pato
Las jaulas son frías, indiferentes, claustrofóbicas, pero también seguras. No puedes salir de ellas pero dentro es dificil que pase nada, ni bueno ni malo. Las mentiras, cierto tipo de soledad, el miedo, las drogas, la vergüenza: son algunas de las cárceles que nos autoimponemos. Cada uno elige ingresar en su prisión particular a través de un proceso penal íntimo, a veces incluso en varias a la vez. Ejercer la libertad individual no es sencillo, requiere voluntad, y a menudo supone salir a la intemperie, la disposición insensata a que pasen cosas (buenas, malas y tal vez terribles).
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Seré feliz mañana: Diarios de Xacobe Pato
Hace mucho tiempo que no estoy verdaderamente triste. Pero que no esté triste no significa necesariamente que esté bien, porque bien-bien yo no estoy casi nunca. De hecho, lo habitual es que esté razonablemente triste, que a mí me parece que es una media como para estar contento. Además es que yo reivindico la tristeza. La tristeza cálida, escogida, tranquila, exenta de ansiedad y casi subrayada a veces con canciones o películas acordes al estado de ánimo.
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Seré feliz mañana: Diarios de Xacobe Pato
Cuando vas a una librería a mirar un libro para regalárselo a alguien y encuentras uno que te parece tan perfecto que no te queda más remedio que quedártelo y seguir buscando otro para el regalo. Hay una metáfora ahí con la vida, la amistad o el amor, solo que no sé cuál.
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Seré feliz mañana: Diarios de Xacobe Pato
Asistir a una conversación entre dos tímidos es como ver a un camión adelantando a otro.
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Seré feliz mañana: Diarios de Xacobe Pato
Solo hay una cosa peor a que algo que quieres se rompa: que esté a punto de romperse.
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Seré feliz mañana: Diarios de Xacobe Pato
Los que identifican a las parejas calladas con la infelicidad me dan un poco de miedo. Es que creo que deben de dar unas chapas de mucho cuidado.
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Seré feliz mañana: Diarios de Xacobe Pato
Hacer un planning es como sacudir de migas mentales un mantel lleno de tareas pendientes y preocupaciones insanas y rocambolescas. Se queda uno tranquilísimo después de hacer uno, por mucho que sepa que lo va a incumplir a la menor oportunidad.
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Seré feliz mañana: Diarios de Xacobe Pato
Cuanto más deporte haces, más sientes que no lo practicas lo suficiente. Con la lectura es igual. Cuanto más lees, más consciente eres de todo lo que te falta por leer, del tamaño de tu ignorancia, de las escandalosas lagunas literarias que tienes. Al final lo mejor es tirarse en el sofá a ver Netflix y a tomar por culo el deporte y la cultura.
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Seré feliz mañana: Diarios de Xacobe Pato
La vida es una novela ya publicada, con un millón de erratas, y que paradójicamente no se termina de escribir nunca.
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Seré feliz mañana: Diarios de Xacobe Pato
Cuando pensamos en los otros, cuando los juzgamos, lo hacemos casi siempre a partir de las escenas que compartimos, o sea, nos estamos perdiendo casi todo. Dónde estaban antes, a dónde van después: lo que no vemos a menudo sí existe.
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Seré feliz mañana: Diarios de Xacobe Pato
[...] porque los problemas y el miedo siempre vuelven, solo están esperando al otro lado de la puerta buscando la manera de forzar el pomo.
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¿Con qué seudónimo escribe a veces Stephen King?