El baile de las locas de Victoria Mas
No negaba la existencia de un dios, pero prefería creer en sí misma antes que en un ente abstracto. Le costaba aceptar la realidad de un cielo y un infierno eternos
|
El baile de las locas de Victoria Mas
No negaba la existencia de un dios, pero prefería creer en sí misma antes que en un ente abstracto. Le costaba aceptar la realidad de un cielo y un infierno eternos
|
El baile de las locas de Victoria Mas
Es un momento extraño, cuando el mundo, tal como uno lo concebía hasta ese instante, recibe una sacudida y las certezas más íntimas se desmoronan y dan paso a ideas nuevas, que nos hacen descubrir una realidad distinta.
|
El baile de las locas de Victoria Mas
Estaba claro que aquella prenda sólo servía para imponer a las mujeres una postura supuestamente sensual, en lugar de facilitarles la libertad de movimientos. Cómo si los obstáculos intelectuales no bastarán, también había que limitarlas físicamente. A juzgar por las barreras que les ponían, más que despreciar las parecía que los hombres las temieran.
|
El baile de las locas de Victoria Mas
La perturbada y la supervisora han hablado con pudor de los hombres, con los que no tratan, y de los hijos que no tienen, de Dios, en el que no creen, y de la muerte, a la que no temen.
|
El baile de las locas de Victoria Mas
Ese tiempo, que no se sabe si acabará algún día, es más temido que los mismos males que padecen.
|
El baile de las locas de Victoria Mas
Nunca sabemos realmente si hemos hecho bien al revelar nuestras verdades. El alivio que produce el momento de sinceridad se transforma con rapidez en pesar. Nos hemos arrepentido. De habernos abierto. De habernos dejado llevar por la necesidad de contarlo. De haber depositado nuestra confianza en el otro. Y ese pesar nos lleva a prometernos que no lo volveremos hacer.
|
El baile de las locas de Victoria Mas
A las mentes orgullosas no les gusta que las contradigan, y menos una mujer.
|
El baile de las locas de Victoria Mas
La Salpêtrière es un vertedero de mujeres que ponen en peligro el orden social. Un asilo para aquellas cuya sensibilidad no responde a lo esperado.
|
El baile de las locas de Victoria Mas
La enfermedad deshumaniza, convierte a esas mujeres en marionetas a merced de unos síntomas grotescos, en flácidos peleles en manos de unos doctoes que las manejan y les examinan todos los pliegues de la piel, en animales estúpidos que solo despiertan un interés clínico. Ya no son esposas, madres o adolescentes, ya no son mujeres a las que se mira y se tiene en cuenta, ya nunca serán mujeres a las que se ama o se desea. Son enfermas. Locas. Mujeres echadas a perder.
|
El baile de las locas de Victoria Mas
Los sueños son peligrosos, Louise. Sobre todo cuando dependen de otro
|
El baile de las locas de Victoria Mas
Veinte años no bastan para cambiar mentalidades ancladas en una sociedad dominada por los padres y los maridos.
|
El baile de las locas de Victoria Mas
Los sueños son peligrosos, Louise. Sobre todo cuando dependen de otro.
|
El baile de las locas de Victoria Mas
Mi pequeña Eugénie... Tu mayor cualidad se convertirá en tu peor defecto: eres libre.
|
El baile de las locas de Victoria Mas
Los hombres son demasiado serios, no saben divertirse. Las mujeres, en cambio, saben ser serias, pero también reir.
|
El baile de las locas de Victoria Mas
Eugénie estaba resignada y había empezado a dejarse llevar por la apatía, que amenazaba con arrastrarla lejos; porque la esperanza no es un recurso inagotable y, antes o después, necesita basarse en algo.
|
El baile de las locas de Victoria Mas
La indignación es un sentimiento avasallador, y no conviene malgastarlo.
|
El baile de las locas de Victoria Mas
La incomodidad sucede a la confesión. Nunca sabemos realmente si hemos hecho bien al revelar nuestras verdades. El alivio que produce el momento de sinceridad se transforma con rapidez en pesar. Nos arrepentimos de habernos abierto. De habernos dejado llevar por la necesidad de contarlo. De haber depositado nuestra confianza en el otro. Y ese pesar nos lleva a prometernos que no lo volveremos a hacer.
|
El baile de las locas de Victoria Mas
Nota que ella se resiste, pero sigue besándola, porque la insistencia hace que los demás cedan.
|
El baile de las locas de Victoria Mas
A las mentes orgullosas no les gusta que las contradigan, y menos una mujer. A esos hombres sólo les interesan las mujeres cuyo físico los atrae. De las otras, las que pueden poner en entredicho su virilidad, se burlan o, mejor aún, se deshacen.
|
El baile de las locas de Victoria Mas
Los años que había pasado en la Salpêtrière le habían enseñado que los rumores causaban más estragos que los hechos, que una enferma mental, incluso después de haberse curado, seguía siendo una enferma mental a los ojos de los demás, y que ninguna verdad podía limpiar un nombre manchado por la mentira.
|
¿Cuál es el nombre completo de la protagonista femenina en "Una corte de rosas y espinas"?