Presagios y emisarios
La reina Mara Nias de Askri, la ciudad océano, no puede evitar tener un mal presentimiento. Tras consultar lo que está por venir, descubre que el pueblo enemigo de Galeran, los bizek, tratan de recuperar su antigua reliquia y someter a todo el conteniente. No debe permitirlo. Para ello se dejará llevar por su intuición y enviará a un grupo de voluntarios para encontrar la reliquia. Por su parte, Tara Nias, su hija, no puede evitar el querer conocer la verdad tras la muerte de su padre.
Así comienza la aventura cuya trama se podría decir que se divide en dos tiempos, en los que nos podremos mover muy bien, ya que el autor nos sabe guiar en los ritmos. La historia comenzará en una calma tensa que permite hacer una presentación bastante interesante de las diferentes facciones que van a intervenir en la cuestión: se nos presentará, no solo Askri como la gran ciudad del océano imbuida de grandeza, sino también a cada uno de los componentes del grupo principal. Lo cotidiano, lo mundano, por decirlo de manera más exacta, se narra en la novela de manera que empatizar con lo que sucede es mucho más sencillo.
Sin embargo, poco a poco se las tensiones van prosperando (como por ejemplo, los vagh y los bizeks) y nos lanzan en la historia. En este sentido el ritmo será lento al principio, pero no pesado, ya que las descripciones de Askri y demás se han de manera muy dinámica; y una vez pasado ese comienzo, el ritmo será como una flecha directa hacia el final. La acción no es tan frenética que no te permita apreciar lo que sucede, pero sí lo suficientemente ágil como para que te metas hasta el fondo en la historia y no pares de leer hasta el final.
Cuidado con las curvas
No obstante, sí ha habido una cosa en la trama que no me ha terminado de convencer. Se recurre un poco al recurso de «no es lo que aparenta» y se usa varias veces a lo largo de historia. Este recurso opino que se lleva bien, pero creo que hay dos giros narrativos que no los termino de asumir. Cuando pasa el primero pactas un poco con la historia y esperas a ver cómo se desarrolla, pero cuando sucede el segundo para mí es un poco inexplicable y en cierta medida minusvalora lo acontecido anteriormente. Y me da mucha rabia porque creo que no hace falta salvar a todo el mundo…
Además, en este sentido, son varias las ocasiones donde se intenta arreglar el primer giro de guion, encima con fundamentos que podían funcionar muy bien y, sin embargo, el autor arriesga hasta el final. Pero el segundo… me ha dejado un poco fría, la verdad.
Soñemos mundos
Como os decía al principio, la inclusión de escenarios que pueden estar en nuestro imaginario no es lo frecuente en las novelas de fantasía y, sin embargo, Víctor apuesta por la creación de escenarios que nos pueden sonar (como la Atlántida) y lo hace muy muy bien. La buena conjunción entre esas diferentes culturas, con la descripción de los lugares y los seres que habitan en ellos me parece muy lograda en la novela y una de las cosas que hacen que sigas con la lectura, conocer Galeran.
Por otra parte, el tratamiento, en cuanto a ambientación, de las religiones está muy bien. Estas no están presentadas centradas en el culto y en el rito, sino en la fe y el acto. Parecerá una tontería, pero lo que encontramos son personas que tienen clara cuál es su papel en el mundo en función de esto y actúan en consecuencia. No hay fanatismos, sino posiciones de poder.
Finalmente, los personajes son interesantes, ya que evolucionan a lo largo de la trama. Quizá aquí podría poner un nuevo pero, aunque mucho más pequeño, ya que bien es cierto que en algunos casos la evolución es abrupta (o al menos no se hace partícipe al lector de ella). Sin embargo, lo dicho son interesantes, ya que muestran mucha coherencia, además, son muy humanos: se enfadan, cometen errores, rectifican, tienen debilidades, etc.
La gloria de Askri
La verdad es que cuando empecé el libro no sabía muy bien que me iba a encontrar. Es decir, sabía que iba a encontrar una fantasía donde por avatares del destino (como suele suceder) unos personajes tenían que luchar contrarreloj. Sin embargo, la historia tiene un poquito más de todo, ya que vemos la osadía, bien llevada, del autor en los acontecimientos que se van sucediendo; vemos unos personajes consolidados y que evolucionan a lo largo de la trama; y un estilo narrativo que sabe cuándo detenerse y dónde acelerar.
Los peros que he puesto son a gusto del consumidor, mi parecer vaya, pero desde luego no son de peso como para no aventurarse en esta historia, que, por otra parte, nos hará querer seguir ahondando en todo el mundo de Galeran. Espero que os animéis con ella y os guste.
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