Las chicas buenas van al cielo y las malas a todas partes de Ute Ehrhardt
La idea de que la independencia acarrea la soledad es falsa. Al contrario: solo la independencia posibilita una relación creativa, relajada y sincera. Solo quien no depende de los demás puede decidir libremente con quién quiere tener algo que ver y de qué manera. Únicamente las personas que adoptan sus propias decisiones y son independientes pueden convivir con los mismos derechos.
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