Nagori de Ryoko Sekiguchi
[...] pero lo fundamental por encima de todo era que disponíamos de un año de nuestra vida sólo para nosotros. En la etapa adulta, y a menudo incluso en la infantil, no se concibe la idea de contar con un tiempo semejante a nuestra plena disposición. Eso es lo que convierte la beca en un período irremplazable: se nos brinda una vida entera durante un año. [...] Nos congratulábamos constantemente de la belleza de la vida, experimentábamos una alegría de vivir tan aguda como un vértigo, casi dolorosa, y acusábamos de continuo la nostalgia por el tiempo que se nos escurría entre los dedos. |