250.000 dólares por montar en Titan, el submarino de Oceangate para ver los restos del Titanic, y hasta 20 millones de dólares por viajar al espacio. Estas son algunas excentricidades que han realizado varios multimillonarios en los últimos años.
James Cameron, el director de Titanic y Avatar, ha estado en el punto más profundo del océano en las fosas marianas. Diseñó y construyó su propio sumergible, el Deepsea Challenger, junto a
National Geographic y Rolex. Antes de subirse al Titan, Hamish Harding , uno de los pasajeros del sumergible perdido, ya había protagonizado varias aventuras, entre ellas, ser uno de los seis tripulantes del quinto vuelo en órbita del Blue Origin.
El primer turista espacial que pagó unos 20 millones de dólares por ir al espacio y pasar un par de días en la Estación Espacial Internacional fue Dennis Tito y lo hizo en 2001. Desde entonces se han añadido muchos nombres a la lista de viajeros espaciales. Jeff Bezos y
Richard Branson lo hicieron con sus respectivas compañías en 2021. E Elon Musk ha dado un paso más allá al proponer que SpaceX pueda hacer su primer viaje a Marte tripulado en 2026.
Hay otros multimillonarios que tienen unos intereses menos comunes. Es el caso del australiano Clive Palmer, que intentó clonar dinosaurios y crear un parque similar al de la película de Jurassic Park, pero al no conseguirlo realizó un parque temático con réplicas: el Palmersaurus.
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