Los optimistas de Rebecca Makkai
Los optimistas ya hemos pasado por eso y seguimos levantándonos cada día, porque creemos que podemos impedir que ocurra de nuevo. O nos obligamos a creerlo
|
Los optimistas de Rebecca Makkai
Los optimistas ya hemos pasado por eso y seguimos levantándonos cada día, porque creemos que podemos impedir que ocurra de nuevo. O nos obligamos a creerlo
|
El devorador de libros de Rebecca Makkai
Quien ya haya oído este tipo de historias, esas en las que alguien hace algo precipitado y lo echa todo por la borda, estará buscando de qué huía yo. Porque seguro que también huía de algo; seguro que tenía que estar profundamente insatisfecha con mi vida… O bien tenía una relación fallida e incómoda, o no quería asumir que estaba enamorada subconscientemente de Rocky, o me sentía una impostora por ser —aunque parezca mentira— una ignorante.
|
El devorador de libros de Rebecca Makkai
Aun así, supe que no había nada que temer. Era lo bueno de los que se hacían favores mutuamente, y contrabando nocturno de cajas de zapatos ilícitas: que si tú no hacías preguntas, ellos tampoco te las hacían; y si alguna vez preguntaba por ti una persona uniformada, no dirían: “¡Dios mío! Pero ¿está bien? ¡Tengo un sobre con su última dirección!”, sino: “Nosotros no hablar bien inglés. No, no suena de nada joven mujer esta. No… ¿Cómo se dice? No conoce.”
|
¿Con qué frase empieza esta novela?