El diablo en el cuerpo de Raymond Radiguet
La desgracia nunca se admite. Tan solo creemos que nos corresponde felicidad
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El diablo en el cuerpo de Raymond Radiguet
La desgracia nunca se admite. Tan solo creemos que nos corresponde felicidad
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El diablo en el cuerpo de Raymond Radiguet
Me pregunto todavía si el amor da derecho a arrancar a una mujer de un destino quizá mediocre pero lleno de tranquilidad
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El diablo en el cuerpo de Raymond Radiguet
Son palabras de amor que no quieren decir nada y que da vergüenza repetir, pero que producen embriaguez al oírlas en boca de la persona amada
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El diablo en el cuerpo de Raymond Radiguet
Éramos igual que unos niños subidos a una silla, orgullosos de ser más altos que los mayores
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El diablo en el cuerpo de Raymond Radiguet
Afortunadamente (los amigos) suelen considerar a nuestras amantes insoportables e indignas se nosotros. Y ésa es nuestra única garantía. Cuando deja de ser así pueden pasar a convertirse en las suyas
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El diablo en el cuerpo de Raymond Radiguet
Es preferible ser vasallo del corazón que esclavo de los sentidos
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El diablo en el cuerpo de Raymond Radiguet
No renuncie a la otra porque pensase en ella, sino porque había extraído de ella todo el jugo
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El diablo en el cuerpo de Raymond Radiguet
El instinto es nuestro guía; un guía que nos conduce a la perdición
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El diablo en el cuerpo de Raymond Radiguet
Tarde o temprano, un gesto, una inflexión de voz traicionan a los antes más prudentes
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El diablo en el cuerpo de Raymond Radiguet
El amor advierte de manera confusa que su único sustituto real es el trabajo. Por ello, lo considera un rival
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El diablo en el cuerpo de Raymond Radiguet
Me decía que ella nunca lo castigaría lo suficiente por el crimen de haber ella arrebatado virgen
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El diablo en el cuerpo de Raymond Radiguet
Aquellas feroces peleas provenían de un amor que se convierte en pasión
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El diablo en el cuerpo de Raymond Radiguet
Si me abandonas, me moriré. Si permaneces a mi lado será por debilidad, y sufriré viendo cómo sacrificas tu felicidad
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El diablo en el cuerpo de Raymond Radiguet
Odio la certeza de deberle todo al hombre al que estamos engañando
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El diablo en el cuerpo de Raymond Radiguet
Sentía un gran resentimiento contra ella cuando su rostro agradecido me hacía ver lo mucho que importan los vínculos de la carne
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El diablo en el cuerpo de Raymond Radiguet
Y apodos acariciar su rostro, besqrle los ojos, los brazos, vestirla, incluso maltratarla
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El diablo en el cuerpo de Raymond Radiguet
No es en la novedad donde encontramos los mayores placeres, sino en la costumbre
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El diablo en el cuerpo de Raymond Radiguet
Por muchas pasiones que experimente en el futuro, nunca podrán igualarse a aquella adorable emoción de ver llorar a una joven de diecinueve años porque se encontraba demasiado vieja
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Gregorio Samsa es un ...