Raquel G. Osende
Por eso me gusta tanto el Camino: por las sorpresas que te da la gente y las enseñanzas.
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Raquel G. Osende
Por eso me gusta tanto el Camino: por las sorpresas que te da la gente y las enseñanzas.
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La pata de oca de Raquel G. Osende
Aquella generosidad desinteresada le alegró el día. Era algo tan común en el Camino y, sin embargo, tan ausente en la vida real...
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La pata de oca de Raquel G. Osende
Dicen que las ocas perdieron la capacidad de volar grandes distancias al ser domesticadas. Que son fieles a su pareja toda la vida. Dicen que las ocas salvajes migran siempre por la misma ruta, cruzando España de este a oeste y que, por eso, el juego de la oca fue en sus orígenes la guía secreta de los templarios para recorrer el Camino de Santiago.
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La pata de oca de Raquel G. Osende
Los seres humanos tenemos una gran capacidad de resistencia en situaciones difíciles.
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Raquel G. Osende
Un viejo refrán jacobeo decía que Navarra era la muerta, La Rioja el purgatorio, Castilla el infierno, y Galicia, el paraíso.
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La pata de oca de Raquel G. Osende
Está en la naturaleza humana encapricharse de las cosas hasta que se consiguen, no hasta que se disfrutan.
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La pata de oca de Raquel G. Osende
Tú eres peregrino, [...]. Llegas aquí con esfuerzo, no solo con curiosidad.
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