Si esto es un hombre de Primo Levi
Empieza un día como todos los días, de tal manera largo que no se puede razonablemente concebir su fin, tanto frío, tanta hambre, tanto cansancio nos separan de él: por lo cual, lo mejor es concentrar la atención y el deseo en el trozo de pan gris, que es pequeño, pero que dentro de una hora será nuestro y durante cinco minutos, hasta que lo hayamos devorado, constituirá todo cuanto la ley de este sitio nos consiente poseer.
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