Fluyan mis lágrimas, dijo el policía de Philip K. Dick
—El amor no es solo desear a otra persona del modo que uno desea poseer un objeto que ve en una tienda —dijo Ruth—. Eso es simple deseo. Uno quiere tenerla consigo, llevársela a casa y colocarla en algún lugar del apartamento, como si fuera una lámpara. El amor es... —hizo una pausa reflexiva— como un padre salvando a sus hijos de una casa en llamas, sacándolos, y luego muriendo él. Cuando uno ama deja de vivir para sí mismo; vive para otra persona.
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