El hombre en el castillo de Philip K. Dick
El mal es un elemento consustanciado con el mundo, se dijo el señor Tagomi. Se derrama sobre nuestra cabeza, entra en nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestro corazón, hasta en las piedras de la calle. Somos topos ciegos, que se arrastran y se meten en el suelo, percibiendo el mundo con nuestros hocicos. No sabemos nada.
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