El hombre en el castillo de Philip K. Dick
El tonto, posiblemente no había encontrado nada de qué hablar, se dijo el señor Tagomi. Un entusiasmo torpe, unido a doctrinas románticas. Una sospechosa manía de husmear.
|
El hombre en el castillo de Philip K. Dick
El tonto, posiblemente no había encontrado nada de qué hablar, se dijo el señor Tagomi. Un entusiasmo torpe, unido a doctrinas románticas. Una sospechosa manía de husmear.
|