El ala izquierda de Mircea Cartarescu
Y vivir el extrañamiento, sentir una emoción, quedarse petrificado ante una imagen fantástica significa siempre lo mismo: regresar, volver, descender al núcleo arcaico de tu mente, mirar con el ojo de una larva humana, pensar algo que no es un pensamiento con un cerebro que no es todavía un cerebro y que funde en un núcleo de placer desgarrador eso que nosotros, al crecer, separamos.
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