El ala izquierda de Mircea Cartarescu
Y si es cierto que los hemisferios cerebrales se desarrollaron a partir del antiguo bulbo olfativo, tal vez el hedor, la fetidez metafísica, el tufo de las axilas del tiempo, el olor acre a trapos de cocina que precede al éxtasis o el olor a berros que despide la locura sean nuestros pensamientos más profundos.
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