El último tren a la libertad de Meg Waite Clayton
—Quizá esta sea la razón por la que Dios no ha querido que tuviésemos hijos, Joop —le dijo ella—. Porque existiría esta necesidad mayor, la oportunidad de salvar a muchos más. Tal vez Dios nos haya ahorrado la carga de tener que arriesgarnos a dejar huérfanos a nuestros propios hijos.
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