Mara Rutherford

Una gran cantidad de cualquier cosa podía resultar un veneno, incluso el amor.

Cuando dejas de preocuparte, cuando dejas de sentir pena, es entonces cuando sabes que estás perdida.

Era un milagro que no se deshiciera por las costuras, haciendo que toca esa mezcla de sentimientos explotara hacia el exterior como una bandada de pájaros asustados.

Un corazón roto y el dolor era un regalo extraño, porque te recordaban que todavía tenías un corazón que podía romperse.

Tu padre siempre decía que las historias son como la madera, que se dobla y se deforma con el paso del tiempo.

-Podría perderme en ti.
-Tiene gracia porque yo siento que por fin me han encontrado.