Circe de Madeline Miller
Cuando se lleva una vida solitaria, se dan pocos y preciosos momentos en los que un alma se sumerge junto a otra, del mismo modo que, una vez al año, las estrellas rozan la tierra.
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Circe de Madeline Miller
Cuando se lleva una vida solitaria, se dan pocos y preciosos momentos en los que un alma se sumerge junto a otra, del mismo modo que, una vez al año, las estrellas rozan la tierra.
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Circe de Madeline Miller
— ¿Quién hace mejores ofrendas: un hombre miserable o uno feliz? —Uno feliz, está claro. —Te equivocas —replicó—. Un hombre feliz está demasiado ocupado en sus asuntos. No considera que esté en deuda con nadie. |
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Circe de Madeline Miller
Cuando somos jóvenes, pensamos que hemos sido los primeros en el mundo que hemos tenido cada sentimiento que existe.
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Circe de Madeline Miller
Toda mi vida había sido lúgubre y había transcurrido en las profundidades, pero yo no formaba parte de aquellas oscuras aguas; era una criatura inmersa en ellas.
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Circe de Madeline Miller
Esa fue mi primera lección: bajo la apariencia plácida y familiar de las cosas, hay otra cara que aguarda el momento de romper el mundo en pedazos.
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Galatea de Madeline Miller
Por supuesto, aunque deseara que yo tuviera vida, lo que anhelaba era que estuviera inmóvil, cálida solo para que él pudiera follarme. Pero parecía una necedad que no hubiera caído en la cuenta de que no podía estar viva y ser una estatua al mismo tiempo.
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Galatea de Madeline Miller
La cuestión es que no creo que mi esposo esperase que yo tuviera el don del habla. En realidad, no lo culpo por ello, pues él solo me había conocido como una estatua, pura y hermosa, complaciente para su arte.
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Galatea de Madeline Miller
Digamos que nací. Intentó mantener en secreto mi nacimiento todo lo posible, pero había sirvientes y la gente empezó a hablar de lo extraña que era la esposa del escultor y cómo semejante belleza únicamente podía proceder de los dioses.
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Galatea de Madeline Miller
Y ahí es cuando se supone que debo abrir los ojos como un cervatillo cubierto de rocío, y verlo suspendido sobre mí como el sol, y hacer un pequeño ruido ahogado de asombro y gratitud, y luego me folla.
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Circe de Madeline Miller
No me sorprendió la forma en que se me retrataba: la orgullosa hechicera derrumbada ante la espada del héroe, arrodillada y suplicando clemencia. Humillar a las mujeres parece ser el pasatiempo predilecto de los poetas. Como si no pudiese haber historia a menos que nos arrastrásemos y sollozásemos.
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Circe de Madeline Miller
Cólera y pena, deseos frustrados, codicia, autocompasión: estas son la clase de emociones que los dioses conocen a la perfección; pero la culpa y la vergüenza, el remordimiento, la indecisión nos resultan territorios ignotos que hay que recorrer sendero a sendero.
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Circe de Madeline Miller
Humillar a las mujeres parece ser el pasatiempo preditecto de los poetas. Como si no pudiese haber historia a menos que nos arrastrásemos y sollozásemos.
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Circe de Madeline Miller
Hay oráculos repartidos por todas nuestras tierras. Altares en los que las sacerdotisas exhalan humos sagrados y revelan las verdades que hallan en ellos. En los dinteles de sus puertas está escrito CONÓCETE A TI MISMO
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Circe de Madeline Miller
Les monstruos son una bendicion para los dioses; imaginate cuantas suplicas.
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El retrato de Dorian Gray