![]() |
Mía de Laura Navarro
A veces, el conocimiento de tus propios defectos para lo único que sirve es para sentirte aún más frustrado cuando eres consciente de que estás cayendo de nuevo en ellos.
|
Calificación promedio: 5 (sobre 30 calificaciones)
/![]() |
Mía de Laura Navarro
A veces, el conocimiento de tus propios defectos para lo único que sirve es para sentirte aún más frustrado cuando eres consciente de que estás cayendo de nuevo en ellos.
|
![]() |
Mía de Laura Navarro
Un cansancio denso se apodera de su cuerpo. Apenas ya distingue las siluetas que envuelven su cama, disfrazando lo que se esconde en aquellas habitación.
|
![]() |
Mía de Laura Navarro
—Yo soy el gilipollas que lo deja todo para ir a buscarte porque no das señales de vida —le empieza a decir con total serenidad—. Yo soy el gilipollas que contesta a las ocho de la mañana a Yago porque están histéricos buscándote. Yo soy el gilipollas que va a tener un problema en el trabajo por plantarse aquí a ver cómo te morreas. —Mía cada vez se siente peor con sus palabras y más avergonzada—. Yo soy el gilipollas que se saltó el reglamento para ayudarte en tu mierda de caso. —Se queda callado un instante—. Pero ¿sabes una cosa, Mía? Que de gilipollas no tengo un pelo. Hasta aquí hemos llegado. Búscate la vida, chica. Seguro que te irá bien, sobre todo viendo lo sensata que eres al liarte con el enamorado de tu hermana, eso sí que es investigar a conciencia su círculo
|
![]() |
Mía de Laura Navarro
A veces, el conocimiento de tus propios defectos para lo único que sirve es para sentirte aún más frustrado cuando eres consciente de que estás cayendo de nuevo en ellos
|
![]() |
Mía de Laura Navarro
De pronto, se siente un frío silencio y cierto desencanto entre ellos. Él no sabe el peso que lleva en su alma, él no sabe lo que ha tenido que vivir, él no conoce todas las caretas que ha creado los últimos años para ocultar lo que es su realidad, para aquellos pocos que le han mostrado algo de amor durante su vida. .
|
![]() |
Mía de Laura Navarro
Cuando te despiertas cada mañana con tu rutina diaria bien aprendida, sin nada que te sorprenda y sin salirte del patrón que los demás esperan de ti, incluso de lo que tú mismo esperas, es cuando realmente dejas de vivir.
|
![]() |
|
![]() |
Mía de Laura Navarro
El nudo lo ha envuelto todo. Ya no lo puede controlar, no le queda esperanza ni fuerza, solo un peso gigante para una niña tan pequeña.
|
Gregorio Samsa es un ...