|
|
Qué vas a hacer con el resto de tu vida de Laura Ferrero
Ya lo decía Chéjov: si aparece una pistola en el relato es porque alguien va a dispararla. Eso me reconforta. Porque luego, lo cierto es que la vida real está llena de pistolas sin disparar, de mecheros no solo amarillos sino de todos los colores, y nadie sabe qué hacer con ellos. Se quedan desparejados en la narración, sin sentido, sin que nadie los recoja del suelo.
|
Qué vas a hacer con el resto de tu vida de Laura Ferrero
Hay un hombre aquí, fuera de esta casa que da a la playa de La Xanga. Mira el mar. Yo juraría que no es el mismo que he visto antes de acostarme todas las noches de mi infancia. No porque el agua haya adquirido otra tonalidad ni porque el rumor de las olas sea más fuerte. Todo permanece intacto. Sin embargo, ya no refleja a la niña que se detenía al final del espigón. Ni tampoco a mi hermano, el niño que siempre tenía miedo. Miedo a nadar, a las medusas, al frío del agua y a los monstruos que podían aparecer de improviso en las profundidades. El mar es el mismo, pero nosotros hemos cambiado. |
Piscinas vacías de Laura Ferrero
Tu padre decía que el Tetris le hacía pensar en la vida. Que conforme ibas pasando de nivel, las piezas caían más rápido. Tanto que a veces no tenías tiempo de reorganizarlas...
|
Piscinas vacías de Laura Ferrero
Las cosas que dejan de existir tienen que irse a algún otro lado. Migran, se transforman, quién sabe. Por eso busco algo de ti, lo que queda, en estas luces tercas que brillan para nosotros incluso después de que hayan muerto.
|
Piscinas vacías de Laura Ferrero
A veces, no decir las cosas es otra manera de constatarlas. También somos lo que callamos.
|
Piscinas vacías de Laura Ferrero
Los peores ruidos son los que no se oyen, los que hacen que las cosas desaparezcan sin que sepamos muy bien por qué
|
|
|
Piscinas vacías de Laura Ferrero
Empiezo a entender que la vida era solamente intentar trazar un camino, dejar una marca. Por muy pequeña e insignificante que fuera. Como el rastro de los caracoles.
|
Piscinas vacías de Laura Ferrero
En la vida solo hacemos dos cosas: acumular, y después tirar. Construimos la vida alrededor de cosas que desechamos cuando han cumplido su función.
|
Piscinas vacías de Laura Ferrero
Uno no escoge su propia memoria. Solo es verdadera la primera imagen del recuerdo, a partir de entonces cada vez que volvemos atrás es para deformar esa primera instantánea.
|
Piscinas vacías de Laura Ferrero
Siempre que llovía quería salir a mojarme y cerrar los ojos. Quería pensar que yo también podía ser agua que se deslizaba por los árboles y por las calles, que formaba charcos en las aceras y llenaba los embalses vacíos. Agua que se precipitaba sobre el mar, que empapaba mi pelo y rodaba por mis mejillas.
|
Piscinas vacías de Laura Ferrero
Es la lluvia, que despierta a las cicatrices y las convierte de nuevo en heridas. Pero únicamente ocurre en los días lluviosos. No sangra, sólo escuece ahí dentro; aunque "dentro" es una palabra confusa. Es el agua que cae, que limpia las calles de mugre, que salpica las ventanas en las que me reflejo mientras escribo esto ahora, la que parece abrir cicatrices para dejar paso al recuerdo.
|
Piscinas vacías de Laura Ferrero
Me sentiría más cómoda si todo fuera permanente o si al menos las cosas se transformaran con lentitud para que dispusiéramos de un tiempo de adaptación.
|
Piscinas vacías de Laura Ferrero
Qué extraña manía tenemos los seres humanos de querer reparar cosas ajenas.
|
Piscinas vacías de Laura Ferrero
En la vida nos vamos quedando con carcasas. Con cosas que tienen una forma reconocible pero que están vacías.
|
Piscinas vacías de Laura Ferrero
Se nos atascaron los días. Vivíamos en la misma casa pero ya no éramos capaces de encontrarnos. Eso ocurre: la cercanía no tiene que ver con el espacio.
|
Piscinas vacías de Laura Ferrero
Lo que más te gusta de ella es que no es que sea guapa. Hay muchas chicas que lo son. Te gusta cómo te mira, cómo se ríe de ti, cómo tú se lo permites.
|
Piscinas vacías de Laura Ferrero
En su vida todo parece haberse estancado en un nimio y complaciente punto medio.
|
¿Por que decidió irse al internado Miles?