Asesinato en la estación terminal de Kyotaro Nishimura
Aún después de subir al tren, Miyamoto seguía mirando hacia el torno; asomando la cabeza por la puerta del vagón. El timbre sonó y las puertas del tren se cerraron sin que Yasuda apareciera. - Finalmente no seremos siete. Miyamoto escuché una voz de mujer por la espalda. Por el dulce olor de perfume, identificó que era Yoko. Le contestó: - Pues no, Yasuda no ha venido. -Tienes su dirección, ¿ verdad? - Sí. - Entonces, cuando lleguemos a Aomori le escribiremos una carta. - Buena idea. Justo en ese momento el tren empezó a avanzar despacio y poco a poco fue aumentando la velocidad. Estaba lloviendo y las luces que se veían desde la ventana empezaron a verse más borrosas. |