Kathleen Glasgow

Me hago cortes porque no puedo más. Es así de simple.
El mundo se convierte en un océano, el océano se me viene encima, el ruido del agua resulta ensordecedor, el agua me inunda el corazón y el miedo se vuelve tan grande como un planeta. Necesito liberarme, necesito hacerme más daño que el que el mundo pueda hacerme y así me consuelo.

La gente debería saber sobre nosotros. Chicas que escriben su dolor en sus cuerpos.

Así es como se rompen los corazones, ¿sabes? Cuando te crees las promesas.

La vida de una chica es la peor de las vidas. La vida de una chica es: naces, sangras y ardes.

El mundo funciona con bondad. Simplemente tiene que ser así, o nunca seríamos capaces de soportarlo.

El mundo se vuelve un océano, el océano me baña, el sonido del agua es ensordecedor, el agua ahoga mi corazón, mi pánico se vuelve tan grande como planetas. Necesito liberación.

Creo que todo el mundo tiene ese momento, el momento en que sucede algo tan trascendental que rompe tu propio ser en pequeños pedazos. Y entonces tienes que parar. Durante mucho tiempo, reúnes tus piezas. Y se necesita mucho tiempo, no para volver a unirlos, sino para ensamblarlos de una manera nueva, no necesariamente de una mejor manera. Es más, una forma con la que puedes vivir hasta que sepas con certeza que esta pieza debe ir allí y esa otra allí.

Nadie normal nos querrá nunca

A veces, cuando el mundo se torna horrible, tienes que empezar a plantearte seriamente cual es tu papel en ese horror. Si en parte se debe a ti misma.

Tu primera prioridad eres TÚ.

Este libro, me conmovió por completo, como una chica que con tan poca edad haya transcurrido a hechos tan extraordinarios, muy recomendado para las personas que tienen problemas con su autoestima, depresión entre otras, ayuda a recalcar como al final Charlie se convierte en un gran ejemplo para su vida

Es que me gusta mucho ese cómic. No sé. Cuando me veo ahí siento que existo de verdad.