Lengua ajena de Julia Rendón Abrahamson
A veces quisiera ser el hálito que queda de preguntas que no se pueden contestar.
|
Lengua ajena de Julia Rendón Abrahamson
A veces quisiera ser el hálito que queda de preguntas que no se pueden contestar.
|
Lengua ajena de Julia Rendón Abrahamson
Es auditivo, una persona sonora. Oye desiertos, dunas y hojas, pero no me escucha a mí. O no quiso escucharme, mi decir le daba miedo. Mi lengua hablaba de éxodos y traslados. Movimientos que cambiarían la constitución de las cosas. Mis sonidos eran nostálgicos y extrañaban, bifurcaciones, registros de memoria que contaban de destierros y ausencias. Preguntas sobre la crianza en lugares ajenos, imposibilidad de la vuelta. Murmullos que se le colaban en sus planes, ascensos en el banco. Ollas de agua hirviendo que evaporaban palabras como éxito o ganancia.
|
Lengua ajena de Julia Rendón Abrahamson
Cómo contarte esta historia, hija. Ves a una madre sin tierra, quién seré para ti, cómo me vas a narrar. Parpadeando respiramos, tus ojos se desplazan como las nubes, la infancia que arma tu historia, una casa que se vuelve tuya y me aleja. Es normal, los hijos no nos pertenecen por más esfuerzo que hagamos, tengo un dolor por no poder hacerte raíz que me ancle.
|
Lengua ajena de Julia Rendón Abrahamson
¿Me hablarás español, Lola, o el inglés te ha poblado? La lengua es una cuna, una madre que te envuelve. Apoyo mi lengua en el paladar, hago un rollito con ella. Lengua madre. Con qué lenguaje te cuento que el mundo se ha roto.
|
Lengua ajena de Julia Rendón Abrahamson
Compartirte así me arranca, me desmenuza el cuerpo. Soy trozos mientras escucho el lullaby de Mozart. Los hijos no deberían deambular por dos casas. Podríamos inventar otra institución, después del matrimonio. Firmar, dar la palabra para no dividirlos, fragmentarlos como si fuesen piezas. Prometer vivir en casas de dos pisos. Que sea la única manera de separación posible.
|
¿Cuál es el órgano que trasplantan a Cora?