«No nacemos rotos. Alguien se encarga de rompernos».
Pensé que era la primera novela de Juan Yanni, y no, Culpa, es su primera novela, y esta, la continuación de las andanzas de la inspectora Idoia Iturri.
La novela policiaca es mi debilidad, junto con la negra y la intimista, quizá por ello sea más crítica que con la romántica o la de fantasía, donde me dejo llevar, en las primeras se lo que me gusta y lo que no. No me hace experta, ni mucho menos, porque siempre son opiniones subjetivas, gustos muy personales, y lo que a mí no me engancha a otro encandila. Pero, sin ninguna duda, el género narrativo por excelencia es la novela policiaca. Los perfiles y descubrir el culpable, me apasiona, aquí, quizá porque sea la segunda, se centra más en los sospechosos, más ricos en matices; de la trama, seguir las pesquisas de la policía, formar parte de ese grupo mientras dure la lectura, me fascina, he notado cierta ausencia en este punto.
Yo, no devoro las novelas por los casos, aunque este es inquietante, quien me sigue y me lee lo sabe, soy perfilista, los villanos, son muy oscuros, pero mucho, y el diario infantil, sobrecoge por su crueldad.
«Nada deja una huella más imborrable en el alma que matar».
Creo que este tipo de historias gustan porque tiene un orden claro. Las cosas suceden, en este caso de una forma impactante y original; luego llega el nudo, donde se sigue los pasos de los inspectores, Juan Yanni, muestra una inspectora cercana, algo alejada de los estereotipos que conocemos, muy solitaria, echo de menos un equipo, no solo al comisario Ridruejo, un trabajo policial más allá de los interrogatorios, aunque me gusta esa visión de las relaciones entre inspector y sospechosos. Y por último la resolución, que el malo encuentre castigo, a los lectores nos sobrepasa la realidad, que los crímenes queden sin solucionar, las víctimas sin justicia y los malos continúen tan campantes por la calle, me ha gustado el que se nos ofrece en Alma.
En las primeras páginas de la novela, la investigación recae en el mundo del arte, los entresijos. Hace años, hubo una exposición en Reino Unido, la polémica fue brutal. Abrí la prensa aquella mañana, y leo, las imágenes pueden herir la sensibilidad, exhibición de cadáveres como esculturas, según el artista con fines educativos, se trataba de prisioneros chinos, no entraré en más detalles. A mí me parecía macabro, pero leyendo se me ocurrió una trama, colar un asesinato dentro de un museo. Me pareció curioso leer esas primeras páginas y ver escrita aquella idea.
Muchas gracias a la editorial por enviarme la novela y darme la oportunidad de conocer a Juan Yanni.
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