No puedo evitar amarte de Josephine Lys
(…) Esa calidez que antes creyó extenderse por su pecho, en ese preciso instante lo abrasó y supo sin lugar a dudas que por primera vez en su vida estaba enamorado. Lo que creyó que jamás le pasaría, lo que pensó que no experimentaría por ser demasiado cínico para ese sentimiento, eso mismo estaba ahora presionando su pecho como si lo hubiesen cogido en un puño y lo cerraran dejándolo indefenso, vulnerable y desorientado. Quizás ahora lo reconociese pero no era nuevo: le había golpeado desde que la vio por primera vez.
|