Este libro está dividido en dos partes. En la primera, nos meten en el mundo de los protagonistas. Digo protagonistas en plural porque esta novela es coral, narrada a varias voces, lo cuál es un gran acierto porque es necesario ver varios puntos de vista para entender su complejidad. Aunque esta primera parte pueda parecer introductoria, no se me ha hecho pesada porque el autor ha enredado tanto los hilos que, si hubiera sido más corta, no me hubiera enterado bien. Además en todo momento quería saber más y ver adonde me iba a llevar. Una vez están todas las piezas en posición y la madeja bien enredada, entramos en la segunda parte. Ésta ha sido un caramelito dónde las hojas han pasado volando mientras cada giro, cada conexión inesperada, me ha dejado patidifusa y más enganchada. Ambas partes son necesarias y las disfrutas por igual, aunque la primera tiene un corte más de thriller político y la segunda es más al uso, de la mano del Comisario Villacampa. Quizá por ello ne ha gustado más la segunda. Los personajes son una delicia, una colección de grises más bien oscuros con unas cuantas perlas blancas para dar contraste. No voy a decir que me gustaría más porque es autoconclusivo (milagro!) Y está muy bien cerrado (doble milagro!). Pero estaré pendiente del autor. Muy recomendado + Leer más |