La educación de Polly McClusky de Jordan Harper
El caso es que todo el mundo era una rata de laboratorio, todo el mundo tenía una etiqueta pegada a la cabeza y un pedal que accionar para conseguir un premio. Lo mejor que podías hacer en este mundo era encontrar el premio perfecto para ti, el que te produjera más placer y tardara más en matarte, e ir a por ello a lo bestia.
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