El Paraíso perdido de John Milton
¿Debemos irritar al Todopoderoso Triunfador a fin de que desate su ira toda, y acabe con nosotros? ¿Sería esto nuestro remedio: no existir jamás? ¡Triste remedio! Porque ¿quién perdiera, aunque lleno de dolor, esta esencia intelectual, estos pensamientos que vagan por la eternidad, para expirar, absorbidos y aniquilados en el seno amplio de la noche increada privados de razón y movimiento? |