El periodista y el asesino de Janet Malcolm
Mi situación era terriblemente conflictiva. Por un lado, sabía que el hombre había cometido el crimen; sobre eso no tenía la menor duda. Pero, por otro lado, acababa de pasar el verano en compañía de ese muchacho que, hasta cierto punto sabe ser muy simpático. Pero, ¿cómo puede gustarle a uno un tipo que ha matado a su mujer y a sus dos hijas pequeñas? Lo que yo experimentaba era muy complejo y me sentí muy aliviado cuando me retiré y lo dejé en la prisión.
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