Se avecinan problemas de Ivonne Vivier
Sus sentimientos eran puro desorden y actuaban en su cuerpo con desconcierto, sin una lógica comprensible. Al menos, él no lo comprendía, ¿cómo en el transcurso de una hora, más o menos, había estado a punto de acostarse con dos mujeres?; Hermanas, además. No, hermanas no, gemelas; era una palabra más contundente y eso que no estaba agregando el detalle de que una era su novia y la otra, por lógica, su cuñada. Negó con la cabeza, estaba preso del pánico que le daba tener que analizar un poco eso que le pasaba. Sí, eso, porque ¿qué otra cosa podía decir?
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