El principio de la oscuridad de Inka Parei
Dio un grito, se sacudió, se pasó las manos sobre los hombros, la cabeza y los brazos, pero sabía que no tenía sentido. El polvo del pasado era invisible, no había ninguna esperanza de sacudírselo
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El principio de la oscuridad de Inka Parei
Dio un grito, se sacudió, se pasó las manos sobre los hombros, la cabeza y los brazos, pero sabía que no tenía sentido. El polvo del pasado era invisible, no había ninguna esperanza de sacudírselo
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El principio de la oscuridad de Inka Parei
Sentía frío. A decir verdad, sentía frío siempre, el frío ya no desapareció de su vida, a pesar de las estufas universales de la postguerra, el carbón de coque al rojo blanco y, más tarde, la calefacción central. Pese a los muchos veranos que había vivido, algo quedó ahí. Un núcleo gélido e intangible, oculto en su propio interior
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El principio de la oscuridad de Inka Parei
La noche parecía interminable. El anciano se sentía completamente despierto. Intentaba comprender el principio de la oscuridad, su condición impecable e inconmensurable. Nada podía ahuyentarla. Cuanto podía alumbrarse no eran más que minúsculos fragmentos de esa oscuridad, cualquier foco de luz era irrisorio en comparación con el sol
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¿En que trabaja Kote?