Perros salvajes de Ian Rankin
Bueno, siempre existirá el crimen organizado. Eso lo sabemos. En todo el mundo la sociedad ha intentado hacer oídos sordos, pero no funciona. Mientras hayan cosas que consideramos ilegales y gente que las quiera, aparecerá alguien que las proporcione. En un lugar del tamaño de Edimburgo, una ciudad pequeña donde el delito no es un gran problema para la mayoría de sus habitantes, puede haber sitio para un especulador de una envergadura aceptable. Y, mientras ese especulador no se vuelva demasiado avaricioso, demasiado arrogante o demasiado violento.....
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