Todo lo que tengo lo llevo conmigo de Herta Müller
No me canso de repetirme que albergo pocos sentimientos. Cuando me tomo algo a pecho, solo me afecta moderadamente. Casi nunca lloro. No soy más fuerte que los de los ojos húmedos, sino más débil. Ellos se atreven. Cuando no eres más que piel y huesos, los sentimientos son valientes. Yo prefiero ser cobarde. La diferencia es mínima, y aprovecho mi fuerza para contener el llanto. Si alguna vez me permito un sentimiento, convierto ese punto débil en una historia que insista en la ausencia de nostalgia.
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