Ante todo, quiero decir que esta novela me ha sorprendido mucho, porque no esperaba la historia que escondía tras el telón de las palabras. No suelo leer las sinopsis, porque como en las películas, me parece que dan demasiada información y es algo que como lectora me gusta descubrir. Empezar una novela por los agradecimientos, te augura que vas a encontrar algo muy grande en el transcurso de la lectura y que por lo tanto te va a tocar la fibra. Saber que la autora descubrió que padece “el síndrome de Aspergen” mientras escribía la historia, hace que el vello se te ponga de punta y te guíe en las sensaciones que a lo largo del libro vas a percibir. A veces los síndromes, aunque nos empeñemos en etiquetarlo, son rasgos de la personalidad en sí. Y me ha parecido muy curioso, que esta rama del autismo se manifieste de manera tan distinta en los diferentes géneros. Por lo tanto, es una novela de descubrimiento personal, de esas que me gustan tanto. Y la autora Helen Hogan, hace la historia bonita, aunque a veces duela. De la mano de Stella, nos vamos a adentrar en el descubrimiento del amor verdadero, uno que ella no ha conocido todavía a sus veintiséis años. Amante de la econometría, simétrica por costumbres, descubre que por mucho que intente separar su pasión por los números, el amor también está dentro de esa ecuación en la que ella vive su día a día. Michael con un pasado del que no forma parte, pero que lo persigue, intentara evitar traspasar las barreras que tiene con Stella, ya que en principio el será su mentor en este nuevo descubrimiento del placer. Le va a resultar difícil, cuando desde el primer momento se siente atraído por la fragilidad y sencillez de ella. Un tira y afloja en el que ambos creerán no ser suficiente para el otro. Una historia de amor romántico que, en más de una ocasión te dejará sin aliento, pero con ganas de chillarles de vez en cuando. Deseando que Titania nos traiga la segunda parte de la trilogía. Gracias por la tinta Helen* Enlace: https://best22witches.com/la.. + Leer más |