Herodías de Gustave Flaubert
Contra un ataque de las legiones hubiera tenido valor. Pero aquella fuerza, más peligrosa que una espada, no podía sujetarse, era invencible. Pensando en ello recorría la terraza pálida de ira, sin encontrar palabras que expresaran su indignación. (...) Desde niña había alimentado el sueño de dominar un gran imperio. |