Tensión de Gail McHugh
Quería creer a Gavin, pero no podía. Su mentalidad bien adiestrada no se lo permitía. Dillon ya no estaba, pero su influencia estaba muy lejos de haber desaparecido de su vida. Esta iba a ser su venganza. Dios. Iba a ser más que una venganza, lo sabía. Todos los rasgos manipuladores y repugnantes que había ido adquiriendo iban a tener su momento de gloria en la mayor batalla jamás librada frente a un sistema judicial que la iba a castigar por haberle ocultado el secreto. Sabía que, estuviera donde estuviese en ese preciso instante, Dillon estaría furioso y esperando su llamada.
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